La primera camiseta alternativa se introdujo en la década de 1930, blanca con una banda horizontal negra al centro. Ganó con autoridad todos los partidos de clasificación, salvo por una derrota frente a Irlanda por 1-0 y un empate a dos goles frente a Hungría. Tras jugar algunos partidos como un combinado de ambas sociedades se llegó finalmente al 14 de marzo de 1926, fecha en la que se reunieron los dirigentes de ambos clubes para fijar las condiciones de la definitiva fusión antes de que el 26 de marzo se produjese el acuerdo final, siendo así la fecha fundacional del nuevo club. Con estos mimbres se confeccionó la que fue llamada como la «primera delantera eléctrica»: Casuco, Gallart, Lángara, equipacion seleccion española Galé y Juan Manuel Inciarte. La alineación de ese día fue la siguiente: Óscar Álvarez; Calichi, Sion; Mugarra, Sirio, Chus; Casuco, Gallart, Lángara, Herrerita y Emilín. El Real Oviedo consiguió imponerse al Iberia Sport Club de Zaragoza en la primera eliminatoria, disputada el 28 de diciembre de 1928 en Bilbao, pero fue derrotado en la segunda frente al Real Betis Balompié por 1-0 en la prórroga el día 13 de enero de 1929 en Valencia.
Ambos clubes serían los precursores del actual Real Oviedo. El rival fue el Arenas Club de Guecho, uno de los equipos más fuertes del momento y finalista de Copa, quedando reflejado en el resultado por 4-6 favorable a los visitantes. Pero estos equipos no tuvieron proyección y desaparecieron rápidamente. Los primeros equipos representativos de la ciudad se fundaron una década después, en 1914 surgió el Real Stadium Club Ovetense, y en 1919 tras una escisión en el seno de la entidad se fundó el Real Club Deportivo de Oviedo. En este lustro el Real Oviedo consiguió clasificarse dos veces en cuarta posición y una vez en quinta. Los jugadores fueron cedidos a otros clubes: Herrerita y Emilín jugaron en el Barcelona, Gallart en el Racing Club de Ferrol y un joven Antón, equipacion españa 2022 jugador de la cantera que debutó con el primer equipo en la temporada 1935/36 y dio mucho que hablar en años siguientes en el Real Zaragoza. Aparte de Batistuta, Sergio Goycochea, Leonardo Astrada, Claudio Caniggia, Diego Simeone (que llevaba la camiseta con la emblemática dorsal 10 en ausencia de Maradona), Darío Franco y Leo Rodríguez fueron algunos de los jugadores más destacados de la albiceleste.
Los nervios atenazaron a los jugadores en los primeros minutos en los que el Barcelona aprovechó para adelantarse 1-3 en el marcador; sin embargo, pronto pasó ese trance y al descanso el resultado era de 3-3. En la segunda parte se vio la puesta de largo de la segunda delantera eléctrica: al final del partido el marcador reflejaba un contundente 7-3. Gallart fue el primer goleador del Real Oviedo en la máxima categoría. En la época ya se disputaba la que era la primera competición oficial a nivel nacional, el Campeonato de España-Copa de Su Majestad El Rey. Debido al hecho de que Uruguay era el campeón olímpico, a esta obra se la llamó «gol olímpico», denominación que aún se sigue usando. Sin embargo, la directiva no dejaba de reforzar el equipo con jugadores de calidad, resaltando algunas incorporaciones como las de en la temporada 1930-31 en la que llegaron Ricardo Gallart y Vicente Tonijuán -jugador que luego pasó a realizar funciones de entrenador con notable éxito- y, sobre todo, el que fue el mejor goleador del Real Oviedo y uno de los mejores de España: Isidro Lángara; o los llegados en la edición 1931-32, Julio Fernández Casuco y Galé.
Sin embargo, el Real Oviedo se reforzó con Emilín y, sobre todo, con el que llegaría a ser auténtica alma del equipo hasta su retirada: Herrerita, fichado al Real Sporting de Gijón por la astronómica cifra para la época de 30 000 pesetas, el segundo fichaje más caro del fútbol español hasta el momento tras el de Ricardo Zamora por el Real Madrid C. F.. En estos años se formó la llamada tercera delantera eléctrica formada por Antón, Goyín, Echevarría, Herrerita y Emilín, aunque tuvieron importante participación como goleadores Cabido y Lángara, que retornó de su exilio para jugar una temporada más con el Real Oviedo antes de su retirada del fútbol como jugador. En dicha instancia, Paraguay doblegó a Chile a lo largo de tres partidos, arrojando como resultado una cuenta acumulada de 3-1. En el juego de ida disputado en Asunción, la Albirroja ganó por un contundente 3-0, por medio de un doblete de Romerito y el restante de Milciades Morel. La campaña 1941/42 fue todavía peor y se tuvo que jugar la promoción para evitar el descenso a Segunda División contra el C. E. Sabadell F. C., salvando la categoría ganándole por 3-1 al conjunto catalán. A partir de la temporada 1942/43, durante 5 temporadas, y coincidiendo con la presencia de Manuel Meana en el banquillo, el club remontó su situación deportiva que llegó a ser estimable aunque nunca llegó al nivel anterior al de la guerra.